La Misión Diocesana 2025 busca encender el fuego del amor de Cristo en cada corazón, recordando que todos los bautizados somos enviados a anunciar el Evangelio.
Te recomendamos: Los santos misioneros de cada uno de los continentes
Misión Diocesana 2025: una invitación a vivir la vocación misionera
Con gran alegría, anunciamos la Misión Diocesana 2025, una jornada de evangelización que se vivirá el próximo sábado 18 de octubre en la Parroquia de la Asunción de María, en Ticomán, junto al Pbro. Janvier Sidjeu y su comunidad parroquial.
La celebración comenzará con la misa de envío a las 8:00 a.m., momento en que los misioneros serán bendecidos y enviados a recorrer las calles del territorio parroquial para tocar puertas y corazones para Cristo.
Esta experiencia de misión es una respuesta concreta al llamado de Jesús: “Vayan y anuncien el Evangelio a todos los pueblos” (Mc 16,15), y se enmarca en el espíritu de la sinodalidad, que invita a caminar juntos, como Iglesia viva y comprometida.
Una preparación para el DOMUND
El Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND) se celebra este año el 19 de octubre, y esta Misión Diocesana es una oportunidad providencial para honrar ese día con acción concreta, llevando el Evangelio a quienes más lo necesitan.
“De qué mejor manera podemos honrar el DOMUND que, precisamente, haciendo misión”, se expresa en la convocatoria.
Con entusiasmo y espíritu de servicio, los fieles están invitados a sumarse a esta jornada misionera como signo visible del compromiso diocesano, compartiendo la alegría del Evangelio y siendo misioneros de esperanza entre los pueblos.
Un compromiso sinodal y comunitario
Esta iniciativa busca fortalecer el sentido de pertenencia eclesial y la corresponsabilidad pastoral, animando a todas las comunidades, movimientos y grupos parroquiales a participar activamente.
“Por favor, asumamos este compromiso diocesano con el espíritu de la sinodalidad”, se exhorta en la invitación oficial.
Cada paso, cada saludo, cada oración compartida será una oportunidad de testimoniar el amor de Dios y de renovar la fe en comunidad.
Ser misioneros de esperanza
El lema que acompaña esta jornada —“La misión que Jesús confió a sus discípulos sigue en marcha por hombres y mujeres de buena voluntad”— resume el corazón de la experiencia: ser testigos vivos del amor de Dios en medio del mundo.
En cada encuentro, los misioneros recordarán que es Cristo mismo quien llama y envía, y que la misión no termina en un día, sino que continúa en cada gesto de amor, en cada palabra de consuelo y en cada puerta tocada con fe.
La Misión Diocesana en Ticomán es una oportunidad para redescubrir la alegría del anuncio, fortalecer los lazos comunitarios y renovar el ardor misionero de la Iglesia.
El Papa Francisco lo recuerda con claridad: “La Iglesia existe para evangelizar”, y esta jornada es una invitación a volver a las raíces, a salir, a encontrarse, a servir.
Porque la misión continúa… y Cristo sigue caminando con nosotros.