Sería imposible describir en una sola nota todas las experiencias vividas en el Jubileo de Jóvenes vivido en Roma este 2025: de cada joven se pueden contar un montón de historias y experiencias que marcaron sus corazones y que vivirán para siempre en su memoria.

Esta es tan solo una breve reseña de lo que vivieron nuestros jóvenes de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Azcapotzalco, y que ha inspirado a otros jóvenes para prepararse para la próxima Jornada Mundial de la Juventud en Corea, en 2027.

Jubileo de Jóvenes en Roma

Primera parada: Cesano

Nuestro grupo de peregrinos fue recibido por el padre Pedro, siervo de Jesús, en la parroquia de San Battista Cesano, muy cerca de Roma. Este sería su lugar de hospedaje por cerca de 10 días. Lanciano fue más que un lugar para comer, dormir y bañarse: se convirtió en un hogar, el sitio donde encontraron descanso y el cariño de su comunidad.

Jubileo de Jóvenes: Cesano, Italia

Jubileo de Jóvenes: Cesano, Italia

Segunda parada: Asís, Italia

La primera visita fue a la ciudad de Asís, donde los jóvenes se llevaron una hermosa sorpresa espiritual al visitar la Basílica de San Francisco, la Basílica de Santa Clara y la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles Porciúncula. Y en este lugar, también visitaron el cuerpo del beato y próximo santo Carlo Acutis.

Basílica de San Francisco de Asís

Basílica de San Francisco de Asís

Tercera parada: Lanciano

El primer milagro eucarístico se encuentra en Lanciano, Italia, donde se vivió un momento de adoración y espiritualidad que inundó los corazones de quienes lo presenciaron.

En el siglo VIII, en la ciudad de Lanciano, Italia, un monje basiliano que dudaba de la presencia real de Cristo en la Eucaristía celebraba la Misa. Durante la consagración, la hostia se transformó visiblemente en carne y el vino en sangre.

Ambos se conservaron milagrosamente y aún hoy pueden venerarse en el Santuario de San Francisco en Lanciano. Estudios científicos realizados en el siglo XX confirmaron que la carne es tejido del corazón humano y la sangre pertenece al tipo AB, el mismo encontrado en la Sábana Santa de Turín.

Jóvenes de Azcapotzalco en un momento de adoración en Lanciano, Italia.

Jóvenes de Azcapotzalco en un momento de adoración en Lanciano, Italia.

Cuarta parada: Catacumbas de San Calixto

Estas catacumbas conservan alrededor de 500 mil cuerpos de cristianos que fueron sepultados durante las persecuciones efectuadas en los primeros siglos después de Cristo.

Se extienden por más de 20 kilómetros de galerías subterráneas y albergaron a decenas de mártires y 16 papas. Su nombre proviene del diácono Calixto, que luego sería papa y que administró el lugar. En ellas se encuentra la famosa Cripta de los Papas y frescos que testimonian la fe de la primera Iglesia, cuando los cristianos eran perseguidos y celebraban la Eucaristía en secreto.

Visita a las catacumbas de San Calixto

Visita a las catacumbas de San Calixto

Quinta parada: Roma y el inicio del Jubileo de los jóvenes

El primer día en Roma escuchamos el Angelus en la Plaza de San Pedro. Fue la primera vez que vimos al Papa León XIV. Este día, además, visitamos la Basílica de San Pedro.

Al día siguiente, el Jubileo comenzó de manera formal con la misa de inauguración. Al finalizar, el Papa le tenía una sorpresa a todos los presentes: salió a saludar a los jóvenes en el papamovil. Los jóvenes estaban emocionados y conmovidos con su aparición.

Jóvenes de Azcapotzalco llegando a Roma

Jóvenes de Azcapotzalco llegando a Roma

Al dia siguiente estuvimos en la Audiencia General, donde el Papa León reconoció de manera especial la presencia de aquellos jóvenes que provenían de países que estaban pasando por conflictos bélicos como Palestina y Ucrania.

Al día siguiente vivimos un momento muy especial, pues en la Iglesia de San Andrés del Valle se dio el encuentro de mexicanos en Roma, donde grupos y comunidades de diferentes estados de la República compartieron la Eucaristía.

Encuentro de jóvenes mexicanos en Roma

Encuentro de jóvenes mexicanos en Roma

Último día de jubileo: Tor Vergata

Tor Vergata fue el epicentro de una vigilia de oración el 2 de agosto y la misa conclusiva el 3 de agosto, a la que asistieron más de un millón de jóvenes de al menos 146 países.

Durante la vigilia, presidida por el Papa, los jóvenes se reunieron en un ambiente de comunión, testimonio y música, mientras el calor romano exigía una logística robusta que incluyó agua, nebulizadores y zonas de descanso. 

Al día siguiente, la Santa Misa final reunió nuevamente a la multitud y fue seguida por la oración del Ángelus, en la que el Papa León XIV invitó a los jóvenes a ser “sal de la tierra y luz del mundo”, extendiendo el mensaje de esperanza a quienes no pudieron estar presentes.

Visitas a las basílicas de Roma

Durante estos días, hicimos nuestra peregrinación a las basílicas de Roma, comenzando por San Pablo Extramuros; posteriormente, conocimos la Basílica de San Pedro, y días después San Juan de Letrán y Santa María la Mayor. Cada una posee una Puerta Santa que se abre solo en los Años Jubilares.

Cruzar estas puertas con fe no es solo un gesto simbólico: la Iglesia concede indulgencia plenaria a quien lo haga, cumpliendo las condiciones establecidas (confesión sacramental, comunión eucarística, oración por las intenciones del Papa y total desapego al pecado). Este signo expresa el paso de la vida vieja a la nueva vida en Cristo, renovando el compromiso de conversión y comunión con la Iglesia.

Esto es tan solo la primera parte de una aventura que los jóvenes recordarán por siempre. Ahora, hay que prepararse para Corea, con un corazón lleno de amor, entusiasmo y mucha esperanza.