El uso del velo o mantilla en misa es casi tan antiguo como la Iglesia misma. Este, hace muchos años, formaba parte del atuendo tradicional de las mujeres para asistir a los templos, y técnicamente obligatorio los domingos.

Lamentablemente, su uso se fue perdiendo debido a falsas creencias, que lo empezaron a señalar como un objeto relacionado con el machismo y la sumisión de la mujer, además de catalogarlo como una prenda anticuada, que usan sólo “las abuelitas”.

No obstante, desde hace tiempo las mismas mujeres han ido recuperando su uso y también reivindicando su verdadero significado. Sorprendentemente, son mujeres de generaciones jóvenes las que se han puesto manos a la obra para animar a otras y volver a la tradición de usar velo en la Iglesia.

Para entender el significado de que las mujeres usen velo en la Iglesia, es importante retomar su historia, que data desde el Antiguo Testamento. 

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Conoce la historia del velo

Su uso se acostumbra desde las raíces del pueblo de Israel, tomado como un elemento que expresaba sumisión y respeto a Dios.

Este servía para cubrir lo que se consideraba digno de respeto, de veneración. Por ejemplo, en el Antiguo Testamento, el Arca de la Alianza se guardaba detras del velo Santo de los Santos.

Por otro lado, se sabe que Moisés tuvo que cubrirse el rostro con un velo al “ver” a Dios:  en Éxodo 34:35, cuando baja del Monte Sinaí tras estar en la presencia de Dios, se dice que su rostro resplandecía con santidad de tal manera que nadie se atrevía mirarlo, y tuvo que usar un velo como filtro para la luz resplandeciente cuando iba hablarle al pueblo.

La Iglesia retomó la norma por los mismos motivos ya expuestos: bajo esta norma, se cubren los objetos sagrados, como el cáliz, el sagrario, el copón y los altares.

Además, con su uso se denota el respeto por el lugar y la conciencia de estar en una situación y en un lugar especiales.

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¿Qué significa el uso del velo en la mujer?

 La mujer suele ser más espiritual y más sensible a lo religioso que el hombre. Usar velo sobre su cabeza representa una profunda reverencia al ser ella consciente de estar en la presencia de Dios. 

Al cubrirse la cabeza, se recoge en oración, y evita así la distracción propia como la ajena. De este modo, el velo es símbolo de modestia, de lucha contra la vanidad cubriendo su gloria para ofrecerla a Dios, y de imitación a María, la sierva por excelencia del Señor.

Es así como el velo no es alo estético ni un adorno, sino un instrumento que llama al silencio y al recogimiento; es un elemento que favorece la reverencia a Dios, poniéndolo como centro del todo.

Finalmente, usar velo nos recuerda que la mujer es el culmen de la creación de Dios, al ser Eva la última criatura, dándole a la obra de Dios un carácter sagrado. 

En la actualidad, el uso del velo se acostumbra, en el mayoría de las ocasiones, durante la celebración del sacramento del matrimonio: la tradición Judía introdujo el velo blanco para las novias. Tradicionalmente, estos velos de encajes cubrían el rostro y cuerpo de la novia. Se cree que cuando los novios se paraban bajo el “chuppah” (toldo de boda) se encontraban en un estado elevado. Este estado se revelaba más en la novia ya que su rostro emanaba una santidad especial, la “Schechinah” (la Presencia Divina) de Dios. De acuerdo a la tradicióin, en el día de su boda los novios están más cerca de Dios que en un día común. Por ende, su luz es tan intensa que debe ser cubierta ya que la santidad requiere privacidad.

Ahora que conoces el significado del velo, ¿te animarías a usarlo y reivindicar su significado?

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