La fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José se celebra el domingo después de la Navidad. Es una fiesta que pretende señalar a la Sagrada Familia de Nazaret como “el verdadero modelo de vida” para que nuestras familias se inspiren en ella y puedan encontrar ayuda y consuelo. Para comprenderla mejor, te dejamos estos puntos.
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Sagrada familia: el modelo de vida de la cristiandad
Luz de esperanza para las familias de hoy
Esta fiesta es una invitación a profundizar en el sentido del amor familiar, para luego examinar la propia situación del hogar y buscar los medios adecuados para que cada integrante, papá, mamá e hijos, se asemeje cada vez más a las personas que integran la ‘Familia de Nazaret’.
En muchas ocasiones hay ausencias o carencias dentro de la familia, pero esto no significa que la Sagrada Familia deje de ser fuente de inspiración y modelo de amor.
Hay peligros que acechan hoy a la familia como institución humana querida por Dios. Se debe estar alerta. La vida familiar no puede reducirse a los problemas, las dificultades o desencuentros. Estas cosas suelen brotar a causa de nuestra fragilidad y se deben tomar como lo que son: asuntos que pueden ser vencidos con amor, comprensión y perdón.
José y María como padres
Como a los padres de hoy, también a José y a María les costó entender las palabras y las elecciones de su Hijo Jesús. De su modelo, los padres de hoy pueden aprender a tomar conciencia de que, por encima de todo, hay un hijo que debe crecer: ciertamente, está llamado a corresponder a las muchas expectativas puestas en; pero hay una aún más importante y fundamental, la de Dios. Ante esta perspectiva, que se convierte en una “llamada” en el corazón de cada persona, la actitud más adecuada es la de la oración, para que todo se revele en el momento y el modo adecuados.
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Evangelio de la familia
Vivir el Evangelio de la familia no es fácil actualmente, más aún en estos tiempos. No obstante, en el Evangelio encontramos el camino para vivir una vida hermosa a nivel personal y familiar, un camino ciertamente exigente, pero fascinante. Es un camino que podemos recorrer siguiendo el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret y gracias a su intercesión.
En toda familia hay momentos felices y tristes, pacíficos y difíciles. Es la vida. Vivir el “evangelio de la familia” no nos exime de experimentar dificultades y tensiones, de encontrar momentos de feliz fortaleza y momentos de triste fragilidad. Las familias heridas y marcadas por la fragilidad, por los fracasos, por las dificultades, pueden resurgir acudiendo al Evangelio, pueden encontrar nuevas posibilidades para un nuevo comienzo.
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