El Apóstol Santiago, conocido también como Santiago el Mayor es uno de los santos más populares y queridos por la Iglesia Católica. Es patrono de España, y desde el primer milenio los cristianos le profesaron un gran amor y devoción, especialmente por ser intercesor durante la Reconquista. Su fiesta se celebra el 25 de julio.
Hoy te compartimos su historia y qué es lo que la Biblia dice de este gran santo.
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Historia del Apóstol Santiago, “el Mayor”
Parroquia de Santiago Ahuizotla (Azcapotzalco, 2do decanato), dedicada al Apóstol Santiago
Santiago fue hijo de Zebedeo y Salomé, y hermano mayor de San Juan Evangelista. Formó parte del grupo de los 12 Apóstoles que siguieron a Jesús y predicaron su Palabra tras la Resurrección.
Nació en Betsaida y se dedicó a ser pescador hasta que Jesús le llamó junato a su hermano Juan para ser “pescadores de hombres”.
A estos hermanos, Jesús los llamaría “Boanerges”; es decir, “hijos del trueno”, debido al temperamentoque poseían.
Santiago es considerado uno de los discípulos predilectos de Jesús junto con Pedro y Juan, pues fue uno de los elegidos para el momento en que ocurre su Transfiguración en el monte Tabor y también lo acompañó en otros momentos de mayor intimidad, como en la oración del Huerto de los Olivos.
Se presume que, siendo Apóstol, evangelizó tierras españolas, de ahí la tradición que lo une a España. Después de mucho tiempo, y de acuerdo a lo que se relata en los Hechos de los Apóstoles, fue el primer apóstol en recibir el martirio, tras ser pasado a espada por orden de Herodes de Agripa (Hechos 12, 1).
Cuenta la tradición que sus restos fueron llevados a España, y que estos reposan en lo que se conoce actualmente como Santiago de Compostela.
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La presencia del Apóstol en España
Tras la resurrección, Jesús se apareció a los discípulos y les envió a proclamar la Buena Nueva a todos los rincones.
Tras recibir el Espíritu Santo, Santiago llegó a la Península Ibérica, que entonces era unna provincia romana llamada Hispania.
Allí, comenzó su tarea de evangelización, pero sin éxito alguno. Cuenta la tradición que, desanimado porque no se acogía el Evangelio, se le apareció la Virgen, cuando todavía estaba viva, encima de una columna, para consolarle y animarlo a perseverar en lo que hoy se conoce como Zaragoza. De ahí se desprende la advocación de la Virgen del Pilar.
Con el ánimo de la Virgen María, Santiago siguió evangelizando. Después de su estancia en España, volvió a Judea para sufrir el martirio.
Existen testimonios escritos muy antiguos que constatan la presencia de Santiago en España; entre estos se encuentra el de Dídimo el Ciego, San Jerónimo y Teorodeto.
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