Además de las fiestas señaladas en el calendario litúrgico, la Iglesia Católica dedica cada mes del año a una devoción. En el caso de enero, la dedicación es al Santísimo Nombre de Jesús.
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El Santísimo Nombre de Jesús: significado de esta fiesta
El nombre de Jesús proviene del idioma hebreo y significa “Dios salva”. Este nombre es elegido por Dios, según anuncia el ángel Gabriel a María y también en sueños a José.
La fiesta, que se lleva a cabo el 3 de enero, conmemora el nombramiento de Jesús, Sin embargo, hay otras festividades relacionadas con sus primeros días: la Circuncisión del Señor (1 de enero), la Epifanía (6 de enero o el domingo posterior a la Solemnidad de la Sagrada Familia) y el Bautismo del Señor (domingo posterior al 6 de enero).
Por tal motivo, enero se dedica a su Santísimo Nombre, para embellecer y englobar todas estas celebraciones.
El surgimiento de la fiesta se remonta a las celebraciones litúrgicas del siglo XIV. San Bernardino de Siena, en el siglo XV, junto a sus discípulos, propagaron el culto al Nombre de Jesús.
Un siglo después, hacia 1530, el Papa Clemente VII concedió por primera vez a la Orden Franciscana la autorización para la celebración del Oficio del Santísimo Nombre de Jesús.
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Dice el Catecismo de la Iglesia Católica:
«El nombre de Jesús significa «Dios salva». El niño nacido de la Virgen María se llama «Jesús» «porque él salvará a su pueblo de sus pecados»; «No hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos».
(CIC, p. 452).
Auxilios espirituales para quien invoca el Santísimo Nombre de Jesús
- Brinda ayuda en las necesidades corporales
- Da consuelo en las pruebas espirituales
- Nos protege de Satanás y sus artimañas, ya que el diablo le teme al Nombre de Jesús, quien lo ha vencido en la Cruz.
- En el nombre de Jesús obtenemos toda bendición y gracia en el tiempo y la eternidad.
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