Dentro de los ministerios de la Iglesia Católica está el lectorado, cuya importancia radica en que el lector sea capaz de transmitir con su vida, obra y acciones el profundo amor a las Sagradas Escrituras.
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Conoce más sobre el ministerio del lectorado
Los lectores en las misas suelen ser fieles de la asamblea, desde hombres y mujeres e incluso niños y jóvenes que prestan este servicio a la Iglesia, haciéndonos sentir más próxima la palabra de Dios.
Estos son lectores por encargo temporal (Ministeria quaedam, V). Sin embargo, existe un ministerio estable que es el de lector y puede ser ejercido por varones, laicos o aquellos que dirigen sus pasos hacia el sacerdocio.
En el caso de los varones laicos, tal y como en todos los ministerios permanentes, deben recibir la debida preparación para ejercer el cargo.
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El cargo de lector
Este se instituyó en la Iglesia para leer la palabra de Dios en las reuniones litúrgicas, como en la misa y en otras acciones sagradas en las que se tomen las lecturas de la Sagrada Escritura (a excepción del Evangelio que está reservado para el diácono, sacerdote o el Obispo).
La lectura también puede incluir el salmo y la oración universal u oración de los fieles.
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