Hola, a partir de esta sesión empezaremos a tratar la Historia de la Salvación. Narra todos los acontecimientos que se desarrollaron desde la Creación del mundo hasta la venida del Salvador.

Una parte importante de esa historia es la historia del pueblo de Israel, el pueblo elegido por Dios para revelarse al mundo y es una historia viva que aún continúa escribiéndose en nuestra historia, como una historia de la Salvación de la Humanidad.

Por: Escuela de Fe Católica

 

 

La historia de la salvación comienza con el primer relato de la Creación, en Génesis Capítulo. El relato describe cómo Dios va creando día tras día todo el universo. El primer día dice la frase que seguramente alguna vez has escuchado: “Hágase la luz y la luz se hizo”. Y así a lo largo de una semana fue creando los cielos, las estrellas, todas las plantas y todos los animales del campo, las aves del cielo y los peces del mar.

 

Algunos consideran a este relato “El Poema de la Creación”, pues habla de la creación en un sentido simbólico que es importante tener en cuenta. No hay que olvidar, además, que refleja la mentalidad de la antigüedad (hace miles de años) y su cosmogonía, es decir, su visión del mundo, en el sentido que ellos pensaban que las estrellas colgaban de una bóveda celeste, que estaban como clavadas en el cielo. Ellos creían que la Tierra era plana y estaba encapsulada en una burbuja y rodeada de agua, por lo que había las “aguas de arriba” y las “aguas de abajo”. Debemos entender que ellos no tenían los avances de la ciencia que tenemos actualmente. 

CREACIÓN DE LOS CIELOS Y LA TIERRA

La primera verdad que nos transmite la Sagrada Escritura y este relato en particular es que Dios creó los cielos y la Tierra, entendido esto como la totalidad del universo. Esta afirmación no es secundaria, porque hay algunos que dicen que Dios no existe, que todo fue creado por azar, por casualidad. Sólo te quiero comentar algo con respecto a esto: Que hay un orden en el universo.

Tú miras y hay ciclos, hay estaciones, orden. Seguramente sabes que la Tierra tiene sólo 23° de inclinación con respecto al sol. Sin embargo, esa pequeña inclinación es lo que permite que existan las estaciones. Sabemos también que si la Tierra estuviera más cerca del sol se quemaría todo, todo lo que está en la Tierra, y si estuviera más lejos, sería un planeta congelado. Si la velocidad de rotación de la Tierra, esto es, la velocidad con que gira, fuera muy lenta, igual la Tierra se quemaría. Si fuera muy rápida se congelaría. Sin embargo, está todo en un orden perfecto que permite que haya vida floreciente en nuestro planeta. Y así podríamos hablar de muchas cosas más.

¿Qué dirías si por casualidad entraras a una casa y no vieras a nadie, pero encontraras la casa limpia y ordenada, con todos los muebles en su lugar, una mesa con tantos lugares, y en cada lugar una silla con sus platos, cubiertos, servilletas, manteles, ordenado cada puesto de la misma manera, y fueras observando cada detalle de la casa, incluyendo los cuadros, los baños y lashabitaciones y todo estuviera perfectamente limpio, ordenado, alineado y distribuido? Dirías ¿Oh, qué suerte, todo esto se acomodó por casualidad? ¡¡CLARO QUE NO!! claro que no pensarías eso. Lo que pensarías sería: aquí hay una persona que limpió y ordenó todas las cosas. En este momento no la veo, pero sé que es una persona muy inteligente, que le gusta la limpieza y el orden porque todo está perfectamente en su lugar hasta el más mínimo detalle.

VIO DIOS QUE TODO ESTO ERA BUENO

Otro punto que podemos entresacar de este primer relato de la creación es el siguiente: dice el versículo 10: “Vio Dios que esto era bueno”. Y lo repite cada vez que termina de crear algo nuevo, en los versículos 12, 18, 21 y 25, “y vio Dios que esto era bueno”. Esta repetición no es una casualidad. Es para dejar en claro que todo lo que Dios hizo está bien hecho. Todo. Debo decir que en la antigüedad había personas que pensaban que hay cosas malas de por sí y que inclusive, tendrían un origen maligno. Algunos incluso opinan algo similar en la actualidad. Pero lo que aquí te está diciendo eL Señor en este texto es que Dios todo. lo hizo. Bien hecho. El no crea cosas malas. Por ejemplo, el plomo es bueno. Dios lo creó bueno. Se usa mucho en las baterías de los automóviles. Pero con el plomo puedes hacer también balas. Eso no lo hace malo, porque el plomo es un objeto inanimado que no tiene la culpa de que con él se maten personas. La mente humana es la que le da un buen o mal uso a las cosas. Y así con el Internet, las redes sociales, los celulares, los cuchillos, la energía nuclear y muchas otras cosas más. Son sólo objetos inanimados, medios que el ser humano puede ocupar para lo bueno o para lo malo.

CREACIÓN DEL SER HUMANO

Con respecto al ser humano, el versículo 28 dice, “Los bendijo Dios” (ya antes había bendecido a la creación). Al bendecir al hombre y a la mujer, las Sagradas Escrituras nos vuelven a decir que la creación y el género humano, con todas sus fallas, son esencialmente buenos y tienen el beneplácito divino. Y si al final de cada día dice que lo que había creado Dios “lo veía bueno”, después de crear al ser humano, Dios afirma que “Todo era MUY BUENO”.

Eso es una respuesta directa a aquellos que en la antigüedad afirmaban que el alma es esencialmente buena y el cuerpo esencialmente malo. Es más, algunos decían que el alma era creación de un dios o dioses buenos y el cuerpo era creación de un dios o dioses malos, y que, por algún castigo, al alma buena se le había impuesto un cuerpo malo. Por lo cual el perfeccionamiento del hombre consistía en someter y maltratar al cuerpo al máximo para que el alma se purificara y de algún modo se “liberara” de la esclavitud de ese cuerpo malo. Dios a través de su Palabra nos hace ver que Él nos creó, como un todo bueno, en cuerpo y alma, y que somos una creación esencialmente buena. Por tanto, la maldad que actualmente observamos en el mundo y en nosotros mismos no tienen su origen en Dios. En otra sesión analizaremos el segundo relato de la Creación, en donde encontraremos la explicación del origen del mal en el mundo.

Ahora, la Palabra de Dios va aún más allá, pues en el versículo 26 nos dice que no solamente somos buenos, sino que además fuimos hechos como imagen de Dios mismo. El texto dice así:

“Dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”. Este versículo es muy importante: nos está hablando del valor del ser humano. Alguien dijo: “Más conozco a los hombres, más quiero a mi perro”. Para ellos el ser humano es lo peor de la creación, es el que echa a perder todas las cosas y es la fuente de todos los males. Algunos llegan incluso a decir que el planeta estaría mejor sin nosotros. Y si bien es cierto que la humanidad tiene muchos problemas, es también cierto que la humanidad es el origen de lo más bello y grandioso que hay en nuestro mundo. Porque en este texto, lo que Dios nos está diciendo es que el hombre y la mujer no son lo peor, sino lo mejor de la Creación, porque son imagen suya y son la corona de su creación. Obviamente no estamos hablando de una imagen física, puesto que Dios es espíritu, Dios no tiene un cuerpo. Estamos hablando de una imagen y semejanza en cuanto a las características intelectuales y espirituales. ¿A qué me refiero? A la inteligencia y la Voluntad. Esas son las cualidades más importantes del espíritu humano… la inteligencia que nos permite conocer lo que nos rodea, conocernos unos a otros, conocer el bien y el mal; y la voluntad que nos permite tomar una decisión con libertad. A Dios le hubiera sido MUY FÁCIL hacer robots que hicieran siempre el bien sin posibilidad alguna de equivocarse. Sin embargo, El prefirió darnos la libertad para que hiciéramos el bien por propia Voluntad. A Él le hubiera sido muy fácil crearnos como máquinas que siempre lo amaran sin remedio. Pero Él prefirió crearnos para que lo conociéramos
con nuestra inteligencia, lo buscáramos, amáramos y sirviéramos libremente.

Y no es que Dios necesite de nuestras alabanzas, pero nos amó tanto desde el principio de la Creación que quiso regalarnos lo mejor de todo cuanto existe: Quiso regalarse ÉL MISMO: estar con Él por toda la eternidad en el más inmenso gozo que jamás podremos imaginar. Sin embargo, este regalo no es forzoso, Dios quiere que nosotros lo aceptemos libremente y por mucho que le duela nuestro rechazo, respeta nuestra decisión si no
queremos estar con Él.

“SOMETAN LA TIERRA”

Siguiente idea: En el versículo 26 dice Dios “Sometan la Tierra. Tengan autoridad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la Tierra”. Es una autoridad delegada por Dios, pero no es un permiso para destruir, no dice “acábenla, arrásenla”: El ser humano no es el dueño de la creación. En su Palabra, Dios nos deja muy en claro que Él es el dueño de la creación. Y Dios le entrega la creación a la humanidad como administradores. ¿Para qué? Para que la cuiden, la hagan crecer y, con la inteligencia que Dios les dio, la adapten a sus necesidades. Lamentablemente en nuestro mundo hay muchas cosas en las que el ser humano está fallando debido al pecado: contaminación, sobreexplotación de recursos como ríos, mares, suelo y aire a veces sólo por el afán del dinero. Eso NO es algo querido por Dios. El cambio climático y todos los eventos que vemos actualmente son reacciones por las cuales la misma Tierra a través de las leyes naturales que también Dios creó trata de regresar al equilibrio que hemos roto con nuestros abusos y descuidos.

 

Dice en el versículo 28 “Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la Tierra”. Sí, el regalo de la vida viene dado por el mismo Dios y es propio a la raza humana y PREVIO. AL PECADO. Esto es MUY IMPORTANTE porque algunos han dicho que el ser humano empezó a tener sexo como resultado
del pecado. Otros inclusive dicen que tener sexo FUE EL PECADO, ese pecado original que nos separó de Dios. Sugieren de esa manera que tener sexo es malo. Lo que nos dice la Escritura es que ya desde la creación y antes del pecado el sexo y la reproducción sexual eran parte del plan divino para la humanidad y que no es algo casual o un mal necesario, sino algo BUENO, QUERIDO Y PLANEADO POR DIOS.

Por cierto, esta es la evidencia más temprana, en el mismísimo comienzo de la Biblia y de la Creación, de que Dios había planeado el sacramento del Matrimonio para la humanidad. Matrimonio que fue reconocido en la Antigua Alianza y confirmado después por Jesús en el Nuevo Testamento.

Este primer relato de la creación finaliza diciéndonos que al sexto día Dios terminó su trabajo y descansó. Por lo cual el ser humano, a ejemplo suyo, también debe reservar un día para su descanso y para alabar a Dios. Con esto terminamos esta sesión de la Historia de la Salvación.

 

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