Hay ocasiones en que asistimos a misa más de una vez al día. ¿Es precio comulgar más de una vez?
Aunque para muchos fieles no es algo frecuente, hay ocasiones en que se asiste más de una vez a misa, especialmente ocurre con personas que ofrecen distintos servicios en su comunidad (en la liturgia o en el coro, por poner unos ejemplos). En estos casos, ¿es necesario comulgar cada vez que se preste la oportunidad?
Sigue leyendo y descubre qué es lo que dice la Iglesia al respecto.
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¿Cuántas veces puedo comulgar al día?
Según información del portal Desde la fe, monseñor Julián Herranz, Presidente del Pontifico Consejo para la Interpretación de los Textos legislativos, pronunció en una conferencia el 16 de septiembre de 2003 que:
“Siendo la Eucaristía el más excelso de todos los Sacramentos –porque en él no sólo se comunica la gracia divina, sino que se recibe al Autor mismo de la gracia–, es comprensible que el derecho universal de la Iglesia establezca una serie de normas, algunas ya de derecho divino, tanto para proteger y regular el ejercicio de ese derecho como para limitarlo, cuando así lo exigen la veneración debida al Cuerpo y la Sangre de Cristo, la recta formación de las conciencias y el bien común de la sociedad eclesial.
“Ante las dudas surgidas al respecto, la suprema Autoridad ha afirmado la imposibilidad –por respeto y veneración a la Eucaristía cuya recepción no puede banalizarse– de recibir la sagrada Comunión más de dos veces al día. Con una Interpretación auténtica, del 11 de julio de 1984, la competente Comisión Pontificia respondió como sigue a la pregunta: ‘Si, a tenor del can. 917, el fiel que ya ha recibido la Santísima Eucaristía, puede recibirla en el mismo día solamente otra vez’…”
Esto significa que quien ya comulgó puede volver a comulgar ese mismo día si asiste a otra misa, siempre y caso sea una situación excepcional.
No se puede comulgar regularmente varias veces al día porque se corre el riesgo de considerarlo algo banal, algo que se hace sin pensar ni rendir la debida adoración a Aquél que se recibe en la Sagrada Eucaristía.
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