Santa Juana de Arco, conocida también como “La Doncella de Orleans” nació en Francia en 1412. Fue una joven campesina que, a sus 18 años, condujo a la victoria al ejército francés contra los británicos en Orleans.

Juana aseguraba que era una enviada de Dios, el cual le enviaba mensajes de victoria; es por eso que también se le conoce como “La guerrera de Dios”.

Posterior a la victoria de Francia, Juana fue capturada y quemada por los ingleses el 30 de mayo de 1431, en Rouen, Francia. Fue canonizada 500 años después, reconociéndola como Patrona de Francia.

Hoy te compartimos sus frases más emotivas, e ideales para dedicar e inspirar a los jóvenes. 

Por: Josselin Melara

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Frases de Santa Juana de Arco para inspirarte

Santa Juana de Arco (Foto: Pixabay)

 

Es cierto que deseaba escapar; y de esta manera lo deseo todavía; ¿no es esto legal para todos los prisioneros?

En ocasiones nos encontramos en situaciones difíciles, y que incluso sentimos injustas. Todos ansiamos libertad de nuestros problemas, porque es humano.

Mis voces me dicen: no temas, responde con atrevimiento, que Dios te ayudará.

Dios nos habla todos los días, pidiéndonos que confiemos en Él. Ten seguridad.

Trabaja como si con sólo tu trabajo pudieras alcanzar la meta.

De tu esfuerzo depende la victoria, aunque otros carguen las mismas responsabilidades.

La ropa no hace a la gente.

Lo importante es el interior. 

Mejor la integridad en las llamas que sobrevivir en la retratación de la verdad.

Juana se vio tentada a negar la verdad; sin embargo, prefirió la hoguera antes de negar lo que Dios le decía. 

Dios desprecia la tranquilidad de las almas que destinó para la batalla.

Dios tiene un plan definido para cada uno de nosotros. Déjate guiar por Él. 

Santa Juana de Arco (Foto: Pixabay)

Los hombres, pelean; sólo Dios da la victoria.

Aunque los hombres tengan sus planes, solamente Dios define sus destinos. 

No tengo miedo… yo nací para hacer esto.

Cuando sabes cuál es la misión que Dios te ha dado, nada debes de temer. 

Levántate mañana temprano por la mañana y más temprano de los que hiciste hoy y haz lo mejor que puedas.

La disciplina y perseverancia te llevarán lejos y te hará mejor ser humano.

Todas las batallas se ganan o se pierden primero en la mente.

Muchas veces son nuestros pensamientos los que nos traicionan. ¿Te has preguntado cuántas veces has dejado de hacer algo por miedo a fallar?

Mantenga la cruz en alto para que pueda verla a través de las llamas.

Cuenta la leyenda que Juana de Arco pronunció esta frase en el momento en el que iba a ser quemada en la hoguera. Es un bello signo de fe y amor por Dios, en un momento de agonía y dolor. 

Sacrificar lo que uno es y vivir sin creencia es un destino más terrible que morir. 

Creer en algo era de suma importancia creer en algo. Sin esta fe, se va sin rumbo y, por tanto, sin un destino.